Xipe Restaurante

El nuevo restaurante Xipe en Madrid toma su nombre de la deidad mexicana de la agricultura, la orfebrería y el maíz y ha servido como fuente de inspiración a Dichoso Estudio para el diseño de este proyecto. Se puede observar como el trigo juega un papel protagonista en el diseño del espacio. 

Desde Dichoso explican que Xipe cuenta con 2 plantas, una planta calle con 82m2 de sala y 18m2 de cocina y una planta sótano de 31m3, donde se ubican cuartos de baños y almacenes. Tomando en consideración que en el local se iban a ofrecer 2 tipos de servicios, uno algo más informal y de picoteo y otro más formal, se distribuyó el espacio en doss zonas diferenciadas.

En este proyecto prima el uso de materiales naturales y artesanales como son el barro en forma triangular –suministrado por Ferrcos– usado en el suelo de la primera zona de entrada al restaurante, cementos color arena para el suelo de la planta alta – este cambio de materiales en suelos ayudan a seguir distinguiendo materialmente los 2 espacios que conforman el restaurante, el informal del formal- piedra de canto rodado utilizado para revestir las 2 arcadas que separan las 2 zonas del local, lo que aporta una sensación artesanal, yesos negros en su acabado más natural para revestir paredes donde se busca huir de la uniformidad marcando la mano artesanal del hombre, así como, azulejo en color granate para revestir el frontal de la barra que le dota a este espacio neutro de un punto de color. Todo ello mezclado con el verde de los cactus propios de México, mobiliario de madera como mesas, sillas de cuero, típicas de méxico, así como sillas rattan, lámparas diseñadas y fabricadas a medida a partir de tejidos naturales, tapices de macramé, cortinas de cuentas de madera y tapizados étnicos como rayas, flores, con colores, decoración a partir de velas, cabezas de madera de cabras, una gran alfombra de yute natural tejida mano, lámparas de orfebrería… que nos llevan a ese universo mexicano y artesano.

La cromática base del local es neutra, creada a partir de una arquitectura de interior de colores tierras, terracotas y blancos rotos, los cuales rompen con granates, verdes, naranjas… presentes en tapizados, mobiliario y resto de decoración. El uso de esta gama de colores, los espacios abiertos y la luz se convierten en un elemento integral de este proyecto de interiorismo emocional.

Fotos: Pablo Gómez Ogando

 
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